Importancia del producto en la economía

Industrias en Guatemala se dedican a la producción y distribución de los más finos rones añejos y otros productos de alta calidad en mercados nacionales e internacionales. Avaladas por las certificaciones en los sistemas de calidad ISO 9001:2000; ISO 14000; HACCP/ISO 22000. Distribuidas por todo el país e impulsadas por la visión y el entusiasmo de varias familias guatemaltecas, nacen las compañías licoreras, antes llamadas “destiladoras”.

Entre los años 1911 y 1923 los hermanos Venancio, Andrés, Felipe, Jesús y Alejandro Botrán, hijos del señor Andrés Botrán García y la señora Paula Merino Requejo, se alejan de su nativo Burgos (España), para embarcarse en un sueño. La historia de la producción de bebidas alcohólicas en Guatemala está fuertemente ligada a la familia Botrán, una de las precursoras de la industria, cuyo nombre bautiza la línea de rones añejos de calidad con que el país ha sido reconocido por más de cinco décadas.

Establecidas individualmente, cada una de estas empresas contaba con sus propias tierras, destilerías y embotelladoras en donde se producían bebidas espirituosas. Eran, cada una en su dimensión, el semillero de lo que años después germinaría en una de las industrias más importantes de Centroamérica.

Durante la década de los 40, esta joven industria ya jugaba un importante rol en la economía del país. El Gobierno emitió la Ley de Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y Fermentadas, por medio de la cual se obligaba a los “destiladores” a crear sus reservas de añejos para garantizar la calidad de los productos.

Empleo que genera

De acuerdo a las estimaciones de ingreso de contrabando, no ha impactado, respecto de empleos directos del sector, debido a que lo que se ha realizado es incrementar empleo para tener mayor cobertura en el mercado, debido a que existen lugares en donde solo se vende contrabando.

Aliados Estratégicos del Sector

Información adicional

Cadena de valor dentro del sector

Las ventajas competitivas deben de realizarse a nivel de cada una de las actividades que lleva a cabo una empresa a la hora de diseñar, producir, realizar el mercadeo, la entrega o el apoyo de su producto y no a nivel global. Este autor señala que cada empresa tiene una cadena de actividades que aportan un valor a sus clientes, y que es sólo mediante el análisis minucioso y profundo de esta “cadena” que una compañía podrá encontrar fuentes de las ventajas competitivas sostenibles en el largo plazo.

La cadena de valor comprende desde el proveedor hasta el cliente; en ella se realzan las relaciones entre la empresa y sus proveedores. Es una metodología que permite dividir las actividades estratégicas que realiza la empresa para entender el comportamiento de los costos y las fuentes de diferenciación, con el fin de reducir los primeros o de aumentar las fuentes de diferenciación, entendidas éstas como la diferencia que una empresa establece al proporcionar algo único y que es valioso para los compradores más allá de ofrecer un precio bajo. Dicho en otras palabras, la cadena de valor está orientada a satisfacer demandas del mercado, a crear productos diferenciados de mayor valor y un compromiso compartido para cumplir con los requisitos del mercado en cuanto a: calidad, trazabilidad, volúmenes y frecuencia.

Posee un flujo de información y conocimiento extensivo; relaciones de coordinación, roles y reglas de juego claramente definidas. En el mismo sentido, en el proceso de creación y consumo de un producto se realizan actividades que van añadiendo valor; ese proceso puede visualizarse como un sistema de valor complejo, por ello pueden identificarse al menos cuatro cadenas de valor: de los proveedores, de la empresa, de los canales y de los clientes.

Cada actividad de valor emplea insumos, recursos humanos, algún tipo de tecnología para desempeñar su función; adicionalmente cada actividad de valor utiliza y crea información, por ejemplo, datos del comprador, parámetros de desempeño de maquinaria y equipo, estadísticas de calidad del producto, entre otras.

En el sector de la Industria Licorera, influye la competitividad que tiene como finalidad la sostenibilidad de las actividades productivas, siendo importante en el desarrollo y mejoras de las fortalezas o capacidades de la cadena productiva en una determinada región. La competencia no solamente se da entre empresas o fábricas individuales, sino entre sistemas enteros de producción, cadenas productivas o cadenas de valor.

No obstante, esta competitividad, se ve afectada por los productos que ingresan de contrabando, sin el control aduanal, sin pagar tributos por su importación y, principalmente, sin pagar tributos por la comercialización, debido a que los productos de contrabando inmediatamente se colocan en el mercado, violentando la cadena de valor dentro de la industria que genera empleos y tercera actividades, generando el pago indirecto de impuestos, que por el contrabando no se reciben ni directa ni indirectamente.

Nuestra Legislación

Decreto número 536 del Congreso de la República, Ley de Alcoholes, Bebidas Alcohólicas y Fermentadas.

Denomina alcohol al producto principal de la fermentación y destilación de los mostos azucarados que han sufrido el proceso llamado de fermentación alcohólica y tal denominación se aplica única y exclusivamente al alcohol etílico llamado de fermentación alcohólica y tal denominación se aplica única y exclusivamente al alcohol etílico llamado también etanol.

Dentro de sus denominaciones contempla los “Aguardientes preparados” que son las bebidas que se obtienen con alcoholes o aguardientes naturales por maceración de frutos, semillas, o por adición de esencias naturales o artificiales de uso permitido por el laboratorio fiscal y Sanidad Pública y que contienen azúcares en una proporción que no excede del 10% ni baja del 1%; “licores” aquellas bebidas confeccionadas con aguardientes naturales o preparados que contienen por lo menos 10% de azúcar (se dividen en fuertes y suaves); y, “Bebidas alcohólicas destiladas” (aguardiente, coñac, whisky, ron, ginebra, etc.) son los productos obtenidos por destilación de los mostos de cereales, melazas, azúcares, frutas u otras substancias fermentescibles.

La citada Ley (artículo 4) establece que es libre la fabricación de alcohol, bebidas alcohólicas y fermentadas, pudiendo dedicarse toda persona jurídica o natural a la fabricación de dichos productos de acuerdo con las prescripciones que dicha Ley establece.

  • Las bebidas que pagan este impuesto y sus
  • tarifas son las siguientes:
  • Cervezas y otras bebidas de cereales fermentadas 6%
  • Vinos, espumosos, vermouth y sidras 7.5%
  • Bebidas alcohólicas destiladas 8.5%
  • Bebidas alcohólicas mezcladas 7.5%
  • El resto de bebidas fermentadas 7.5%