
El Ministerio Público (MP), por medio de la Fiscalía contra Delitos de Defraudación y Contrabando Aduaneros, llevó a cabo un operativo en el municipio de Aguacatán, Huehuetenango. Como parte de estas acciones, se realizaron nueve diligencias de allanamiento, inspección, registro y secuestro de evidencia en inmuebles vinculados a la comercialización de productos de contrabando.
El operativo se centró en responder a denuncias relacionadas con negocios dedicados a la distribución de mercancías ingresadas de forma ilícita, como botellas de licor y artículos de primera necesidad provenientes de México. Durante las diligencias, las autoridades lograron incautar alcohol mexicano y cigarrillos de marcas no autorizadas para su venta en el territorio guatemalteco.
El comercio ilícito a través de pasos fronterizos no autorizados, sin vigilancia, sigue siendo un desafío importante para las autoridades. Aunque Guatemala cuenta con 21 aduanas oficiales, el contrabando genera pérdidas significativas. Según datos de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), de 2020 a 2024 se incautaron de mercancías de contrabando valoradas en Q257 millones.
Muriel Ramírez, coordinadora de la Comisión de Defensa del Comercio Formal (CODECOF), de la Cámara de Industria, destacó que el mercado de contrabando representa pérdidas estimadas en Q30 mil millones al año, abarcando entre el 25% y 30% del comercio nacional.
Esta situación afecta la economía formal, y también implica riesgos para la salud de los consumidores, ya que los productos ilegales no cumplen con estándares de calidad. Ejemplos de esto incluyen medicinas falsificadas y productos avícolas.
Ramírez añadió que la defraudación aduanera tiene un impacto directo en los servicios públicos. “Cada quetzal no recaudado es dinero que no se invierte en educación, salud o seguridad, lo que afecta a toda la población», señaló.
El contrabando abarca una amplia gama de productos como granos básicos, lácteos, alimentos enlatados, textiles y hasta ganado.
Además, sectores específicos como el avícola sufren profundamente; se estima que el 20% de las aves de consumo nacional son de contrabando. Las autoridades reiteraron su compromiso de combatir este fenómeno que pone en riesgo la economía y la salud de los guatemaltecos.